Blogia
El baúl de Mawey

¿SERE DIOS?

¿SERE DIOS?
¿SERE DIOS?
[Poema Nº -0,9999....]

Soy el límite oscuro de toda altanería
dándole al infinito, sentido en mi cociente:
Por denominador, mi enorme y basta mente;
en el numerador, mi gran pedantería.
Tiendo siempre veloz y raudo al Infinito,
ayudada mi Mente por mi gran lapicero.
Es este mi Uni-Verso, donde solo requiero
a mi querida pluma, que a nadie más invito.
Atrapados en él, mis grandes sentimientos
nacen encadenados a causa de la métrica,
peinados con mi rima, agonizante y tétrica,
cargando mis estrofas de pesados lamentos,
y mueren resentidos siempre que los integro,
como Dirac sumó la Nada con acierto.
Mis queridas metáforas desfilan como un muerto:
Versos marcando el paso, ritmo marcial y negro.
Mis estrofas atacan al mismo son pausado,
recitando al unísono mis disparos de muerte.
En mi encefalograma se refleja su suerte:
El trazo horizontal y plano de un finado.
¿Acaso seré Dios? En esta Incertidumbre
de la Omega y Alfalfa, me releo y me pierdo
cuando nunca distingo entre envidia y deseo.
Menos mal que mi pluma sabe avivar mi lumbre:
Gran prestancia y frescura, simpatía y finura.
Ella, mi admiradora, mi amiga y perra fiel,
me señala el ajeno rastro con su cincel,
y su sutil mirada tan afilada y dura
me relata sumisa con gran arte y salero
todo lo necesario para poder juzgar
(juego donde los dioses solo pueden jugar),
pues soy Dios y al sumar con mi gran lapicero
sumo siempre lo mismo: Uno más Uno, Dios.
Pese a mi enorme pero limitado cociente
tengo a mis versoldados, y tengo suficiente:
En mi Basto Uni-Verso, nunca cabremos dos.

M.A.W. Diciembre 2003®

0 comentarios